29 noviembre, 2008 0 comentarios

El ojo de la aguja, una honda reflexión de Laura Devetach

Laura Devetach. Imagen de la web de la revista Al Filo



En una entrada reciente hablaba del nombramiento de la excelente escritora Laura Devetach como Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). He leído la conferencia que pronunció en la ceremonia del pasado 19 de noviembre, lleva por título "El ojo de la aguja" y me ha parececido de un lirismo, de una hondura, de una sensibilidad y una reflexión tal que no me he podido resistir a copiarla entera. Más información en la web de Al filo.

Siempre empecé mis comunicaciones con un poema o con un cuento. No encontré razones para que en esta oportunidad las cosas sean diferentes, así que invito a compartir un cuento: El ojo de la aguja

Érase una muchacha que cantaba mientras trataba de enhebrar una aguja. El hilo pasó por el ojo y del otro lado había un mar y miles de cosas diferentes, desconocidas. El viento llevó el hilo que fue a enredarse en el pelo de un pescador. Éste tiró y tiró de él. Así, tirando, hizo pasar por el ojo de la aguja a la canción que cantaba la muchacha y a la muchacha enredada en la canción.
¿Y entonces, qué sucedió? Quién sabe. Ese es otro cuento que queda del otro lado del ojo de la aguja. Quizás la muchacha quiera enhebrarla una y otra vez. Y en el vaivén el hilo pasará nuevamente de un lado al otro. Al ir pasando la muchacha y el hilo quizás se encuentren con un cuento diferente cada vez, que podría comenzar diciendo: “Érase una muchacha que cantaba mientras trataba de enhebrar una aguja…” Nunca me hubiera imaginado que me tocaría transitar este momento. Ni hubiera pensado que la Universidad Nacional de Córdoba honrara a alguien que, como yo, se dedicó a la Literatura para niños y a la formación de lectores.
Me encuentro ante una ocasión única de agradecimiento y celebración hacia un gesto institucional que trasciende mi persona. De ese modo una disciplina considerada marginal como la Literatura para niños y jóvenes logra una jerarquía en los claustros y honra a todas las instituciones y profesionales que hace años trabajamos en esto y por esto.
Es una circunstancia de agradecimiento y celebración porque, legitimar estas tareas -que se realizan profesionalmente en muchísimos puntos no muy coordinados de todo el país- es un gesto de apertura indispensable. Tenemos un territorio con gran mayoría de niños y jóvenes pobres e indigentes que podrían encontrar en los libros alimentos para formar sus conciencias y acceder a la esperanza.
Juan Gelman, al recibir el Premio Cervantes de Poesía, recuerda a Hölderling, quien se preguntaba, en tiempos de penurias, “¿Para qué poetas?” Y expresa Gelman: “Qué hubiera dicho hoy (Hölderling) en un mundo en el que cada tres segundos y medio un niño menor de cinco años muere de enfermedades curables, de hambre y pobreza.” Pues —diremos nosotros—, poetas para ver la vida de otra forma, para alimentar conciencias, para acceder a la esperanza.
Es una circunstancia de agradecimiento y celebración porque sé que detrás de la gestión de este título que hoy se me otorga están Instituciones y grupos de personas que, tesoneramente y desde hace años, persiguen los mismos objetivos para con la infancia: nutrir el espacio poético y el imaginario de cada niño, de cada familia, de cada comunidad, por pequeña que sea, a sabiendas de que eso es construir un verdadero capital con apuestas a largo plazo para toda la sociedad. Este Doctorado nos involucra a todos. Es una ocasión iniciática y que no dudamos puede producir transformaciones. Estamos hablando de un trabajo de hormigas, de muchos granos de arena, en un país en el que sabemos que los libros no llegan generosamente a mano de los lectores. La sociedad, y más aún sus sectores carentes, pueden, desde el deseo incentivado, encontrar en los libros el lugar para el disfrute, el conocimiento y la adquisición de conciencia. Por eso es importante fijar la mirada en niños y jóvenes.
Vengo de un padre extranjero, ebanista, que tallaba la madera. Mientras tallaba, solía decirme: “¿Ves?, lo lindo es lo que va quedando cuando uno saca”. Y la madera olorosa tomaba formas en sus manos. Noción que más de una vez encontré entre los poetas y sus trabajos con la palabra y se me hizo carne.
Mi padre, a su vez, venía de un padre campesino analfabeto que castigaba a su hijo porque leía libros como “Sin familia” de Héctor Malot, cuando llevaba a pastar a la vaca, la fortuna de la familia. No era fácil permitir que un hijo entrara a la cultura letrada y tomara distancia de su propio estrato social. Vengo también de una madre que tejía con hilos, cosía y bordaba. Me enseñó aquello de la paciencia, de las normas para poder crear, de los distintos puntos y de no dejar enredar los hilos. Como las mujeres de clase media del final de los 30, ella leía novelas sentimentales, revistas y cuanto novelón se le cruzara. Mi padre la llevó luego a la lectura de folletines y de clásicos. En nuestra casa la biblioteca estaba en la cocina y el diccionario tenía olor a sopa. En este momento soy vocera de aquella muchacha que, quizás, atravesando el ojo de la aguja, dejó todo lo conocido y llegó a Córdoba en 1955 para ir a la Facultad de “La calle Ancha” como se le decía a la Avenida General Paz por aquella época. Esta vocera le dicta palabras a la persona que hoy amenaza con desgranar un discurso que no tiene mucho que ver con las academias.
La muchacha que fui viene de los hilos y la madera, de las novelas radiales, del cine que proyectaba los llamados “episodios” en el pueblo, junto a las primeras películas en colores; viene de la Historia Sagrada y el catecismo, de fuertes relatos orales de inmigrantes y lugareños y de historias de otros países añorados y leyendas o mitos del Litoral; de la música, el carnaval, el circo, de los dichos de los pescadores, de los juegos en la arena, de la pintura conocida a través de revistas de los años 40, de las hablas propias del Litoral y de los extranjeros, de los aborígenes, de los chicos, del habla de Córdoba.
Vengo de los cuentos de hadas, de Mark Twain, Pinocho, las Mil y una noches, Alicia, Carlos Dickens, el príncipe Valiente ilustrado por Harold Foster, La Divina Comedia, ilustrada por Doré, Horacio Quiroga, y la constelación de textos mezclados que me proporcionaron la Biblioteca Popular y la Escolar de la Escuela Normal de mi pueblo.
Vengo de esta Casa en la que obtuve conocimientos, sistematicé y también transgredí. En la que me sentí orientada , desorientada y a la vez contenida por las figuras de profesores como Adolfo Prieto, Luis Prieto y Noé Jitrik entre otros. Y fui alimentada por las generosas bibliotecas de mis compañeros Luis Mario Schneider, Alfredo Paiva, Toto Schmucker, Chicha Palacios, Raúl Dorra.
Fui ayudada muchas veces por bibliotecarias de la Facultad de Letras que aún recuerdo. Vengo de resistir a través de la palabra, de los desconciertos religiosos, políticos y sociales, de la diáspora. De la dictadura militar que cerró vidas e Instituciones, que prohibió libros. Entre ellos, “La torre de cubos”, mi primer libro para niños “por exceso de imaginación” entre otros argumentos utilizados. Vengo de la compañía de muchos profesionales de todas las artes, de colegas y alumnos y de la presencia fuerte y creativa de Gustavo Roldán, compañero de vida y profesión. Y también de nuestros hijos que andan por esas rutas.
Y en los momentos aciagos fui defendida por mosqueteros, poetas, canciones de cuna. Italo Calvino, Ray Bradbury, Katherine Mansfield, Walt Whitman, Juan L. Ortiz, Antonio Machado y tantos otros me susurraron sus palabras y el Cantar de los Cantares me hizo saber del amor a través de Fray Luis de León.
Desde este lugar de agradecimiento, aquella muchacha me dice que la palabra es un gran capital para el ser humano. La palabra que sale de un reservorio profundo, personal, privadísimo. De nuestro espacio poético que va creciendo alimentado por la vida toda, por otras palabras, por nuestros pensamientos, emociones y nuestros lazos con los demás. La infancia de cada persona es un lugar inagotable de misterio, de juego y de drama. Allí es donde se modela la vida.

Voy a retomar una urdimbre de textos que fueron, entre otros, el piso de mis vivencias infantiles y también el de miles de personas como yo. Urdimbre que se convirtió en trabajo hace unos años, que me expresó ampliamente y que ayudó a expresarse a quienes estaban a mi alrededor. Invito a quienes me escuchan a dejarse
llevar por el hilo para pasar del otro lado del ojo de la aguja.

Había una vez el va y el ven, el va y ven, el vaivén, de un arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón. Duerme, duerme negrito, que tu mama está en el campo, trabajando, duramente trabajando. Ay que viene el coco a comerse a los niños
que duermen poco. Noni noni noni, mm, mm, mm, scht, scht, scht… Un día el arrorró mi niño hizo tortita de manteca, para mamá que le da la teta, tortita de cebada, para papá que no le da nada .Y entonces, éste cazó un pajarito, éste lo desplumó y este pícaro se lo comió. Y siempre el tilín tilín, el chas, el broom, el guau, el pío, el cocó, el tolón, el ¿QUÉ?... Eto, eto, ¡cá tá! Y entonces vino un gato que tenía calzón de trapo y la cabeza al revés, ¿Querés que te lo cuente otra vez? No me digas sí porque los zapatitos me aprietan, las medias me dan calor, y aquel mocito de enfrente me tiene loca de amor. No me digas no porque a Juancito de Juan Moreyra hay que darle la escupidera, que anoche comió una pera y le vino una cursiadera. Todo porque Cenicienta quería ir al baile del príncipe y la madrastra no la dejaba. Mientras tanto, Blancanieves vivía en el bosque con sus siete enanos. Y siempre, el chunga chunga, el crak, el ring, el blablablá. Y diostesalveMaría... ElfrutodetuvientreJesús. (¿Qué es tesalve? ¿Qué es tuvientreJesús?).
Y entonces, un día, ALA, A-LA, A-L-A, A-LA, ALA. Alas para la gallina turuleca que sentada en el verde limón, con el pico cortaba la rama, con la rama cortaba la flor. Pero cuando los cinco patitos se fueron a bañar, escucharon: febo asoma, sordos ruidos oír se dejan tras los muros del histórico convento (¿Qué ruidos hacen los sordos detrás de los muros?) Bum burumbum, pam papám. Bum burumbúm, pam papám, viene la murga. Yo por vos me rompo todo, y te vengo a saludar, y a decirte que el gobierno, de hambre nos va a matar. Bum burumbúm, pam papám. Mamá eu quero, mamá eu quero mamá.
—¿Qué gusto tiene la sal? -preguntó Hansel a Gretel con la boca llena de casita de chocolate.
—¡Salado! –contestó Pinocho mientras se tiraba al mar desde la boca de la ballena, llevándose a Gepetto al hombro.
La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?, los suspiros se escapan de su boca de fresa.
—Este año, sin regalos, no va a parecernos que estamos en Navidad –dijo Jo con disgusto.
—A mí no me parece justo que algunas tengan tantas cosas bonitas mientras que otras no tienen nada –añadió Amy.
—Tenemos a mamá, a papá y nos tenemos las unas a las otras –dijo Beth.
—¡Esta familia es una cooperativa! –comentó Mafalda, mientras Susanita declaraba que las casas tienen que ser como la del hornero, que tiene sala y tiene alcoba, y aunque en ella no hay escoba, limpia está con todo esmero.
Pero: Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis. Todo de angaú nomás. Por eso Malena tiene pena de bandoneón: todos los viernes el amado se le convierte en lobizón. Se no é vero, é ben trovatto.
Y así fue como la luna vino a la fragua con su polizón de nardos. Los flamencos bailaban y bailaban con sus medias coloradas, blancas y negras. Y despertaron a Alicia que venía del país de las maravillas, y allí estaba Batman, esperándola.
-Bésame –cantó-. Bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez. Se callaron las luces, se encendieron los grillos, y una música los abrazó. Era Lisa Simpson en un solo de saxo. Y colorín colorado, seguramente este cuento no se ha terminado. Ahora hemos pasado hacia el otro lado del ojo de la aguja, y estamos unidos por los hilos de tantos textos guardados y que pugnan por salir. Hago una nueva invitación desde este clima compartido a formularnos algunas preguntas: ¿hay lugar en nuestras vidas para todo esto? ¿Les hacemos lugar en nuestras profesiones de personas que trabajamos con las palabras? ¿Tienen lugar en la currícula institucional de la Universidad la Literatura para niños y la formación del lector y el escritor, de forma
permanente? Cito a María Saleme que se preguntaba: “¿Por qué cuando insistimos en la búsqueda de un saber cierto olvidamos de incorporar saberes que no encajan en los moldes académicos clásicos? ¿ Será porque fueron silenciados o porque no se someten a las reglas del buen orden del orden que exime de saber lo que se sabe?”
Recordé tantas cosas. Por ejemplo, la prudente distancia que tomaban mis padres cuando yo me ocupaba de escribir cuentos para chicos. ¿Porqué “para chicos” pudiendo continuar con la escritura “para grandes”? O la condescendencia: Bueno, hacélo, pero conste que estás dejando de lado mejores destinos.
Reconozcamos que siempre la literatura para niños tuvo mala prensa, quizás con sobradas razones: la restringida noción de infancia, la permanente actitud pedagógica, la escolarización que recorta todo arte para que pueda entrar a la escuela. Y esa fue la
parte del mundo que uno, sin darse cuenta, se propuso cambiar, creyendo que hacía otras cosas. Era el reconocimiento de la existencia del otro lado del ojo de la aguja y sus posibilidades.
Desde las palabras de infancia, se podían decir otras cosas a los niños y alimentar así sus propios espacios poéticos, despertarles el deseo. Pero un buen día también se dio a mi alrededor la generosidad y el contagio, la curiosidad de quienes se asomaron a esa escritura que tenía -para ellos- un poco de tonto y quizás mucho de inquietante, de revulsivo. Y se fueron quedando prendidos. Mis cuentos para chicos terminaron incorporados a las largas discusiones de aquellas épocas que en definitiva fueron eficaces y luminosos talleres entre amigos. Eso me ayudó. Y tuvo que ver con un espacio no convencional dentro de la Universidad. Por los márgenes. Pero sea por donde sea, cuando se abordan en serio estos temas, no se puede negar la fascinación que ejercen, la fuerza fundante que tienen.
En resumen: elegí algunas ideas como mi cuota de granos de arena que puede ser aportada en función de la ampliación del espacio que la literatura Infantil se merece. Quiero aclarar que hablo desde el deseo, quizás desde la utopía, desde la escritora que reflexiona sobre su práctica. Recordar hoy a los Seminarios Taller de Literatura Infantil y Juvenil que se realizaron del 69 al 71 en Extensión Universitaria de la Universidad de Córdoba, significa para mí y para muchos de los que participamos en ese ámbito, el reconocimiento de uno de los puntos de partida que marcaron nuestras actividades y profesiones. Y creo que mucha gente joven está recibiendo hoy algo de aquellos beneficios. Los saberes sobre Literatura para chicos encontraron en los Seminarios el espacio y el aliento para crecer en el marco de Córdoba, de una Córdoba muy especial caracterizada por tener un medio rico y activo y también voces que, desde la cultura en general, otras disciplinas creativas, o el estudio, abonaron el terreno para fuertes cambios.
En ese medio surge como posible la idea del Seminario, desde Malicha Leguizamón y otras personas, que venían preocupadas por el tema. Mediante la Secretaría de Extensión Universitaria y los buenos oficios de Lucía Robledo, maga de organizaciones culturales, se concretaron estos eficaces ámbitos de intercambio y debate que rindieron sus frutos para todo el país. Permiso, lugar, consenso para abordar una disciplina que hasta el día de hoy no tuvo entrada a las Universidades por la puerta grande. Sí, en seminarios optativos, congresos, encuentros, posgrados, complementos para otras carreras. Pero no su cátedra, su foro autónomo y permanente.
Los logros se apoyaron en gestiones de personas, no en la legitimación curricular de alguna carrera. Recuerdo la experiencia del Taller total de Teatro que realizamos en la Escuela de Artes en 1974. No creo que sea casual este monto de experiencias que hoy acude a mi memoria y abre la puerta a puntos de vista muy interesantes sobre el tema del arte, el artista y la creatividad. Allí, además de centrar el eje en el estudio, se trabajó con los mecanismos creativos y la metodología de taller, donde se trataba de tener en cuenta el desarrollo de los estudiantes como artistas y como constructores de sus conocimientos. Si vamos a hablar de un posible espacio dentro la universidad para la Literatura infantil, a mí me interesaría incluir de manera importante el espacio para la formación del escritor, de un escritor que tiene una relación muy particular y muy directa con su público.
Me parece fundamental el espacio del artista en el ámbito de la literatura (y en todas las artes), que vaya más allá de ser el lugar en el que se adquieren las técnicas. Quizás me hayan reafirmado en esta convicción los años de trabajo en taller, propiciando el desarrollo de las disponibilidades de las personas para que pudieran modular su palabra más auténtica. Quizás mis experiencias con la gente del interior del país. Quizás también la lucha permanente con los prejuicios y miedos en relación a la escritura para los chicos. El constante machacar sobre la necesidad de la formación de un gusto amplio, conectado con las otras artes, de un gusto que no se quedara en el gineceo, ni en una voz escolar, ni en la mirada pedagógica -tanto liberadora como conductista-, pero siempre unívoca.
Esto incluiría –dentro del espacio imaginario y utópico de la literatura infantil en la Universidad con el que muchos soñamos- el trabajo sobre el conocimiento del género y sus aledaños, la búsqueda de una noción de infancia, el desarrollo de la actitud crítica y la investigación como tradicionalmente la Universidad lo plantea, los espacios para la creatividad y la escritura. Y además, seguramente, la interdisciplina. Pero voy a hacer hincapié en abrir un ámbito para quienes se interesan por la escritura y la lectura. Para el artista que explora y muestra permanentemente, busca con culpa porque siempre piensa -sobre todo si escribe para chicos- que está transgrediendo algún canon. El artista puede mostrar cosas que a otros les daría miedo expresar. Como creadores tenemos que insertarnos en una tradición, en una red y a la vez, ayudar a seguir construyendo esa red. Eso genera un conflicto con respecto a la búsqueda de lo nuevo. El artista generalmente busca para sorprenderse. Luis Felipe Noé, gran plástico, tiene en su libro La antiestética una línea de pensamiento que me ayudó mucho a incorporar como objeto de trabajo la angustia que provoca el caos creativo propio y ajeno. A través de su lectura pude comprender que cuando empezamos a crear mundos imaginarios, nada es tan prolijo. Entramos en un estado de caos que produce desasosiego o por lo menos nos hace sentir cosas oscuras. Entonces es bueno lograr ese espacio para que el artista realmente busque, explore, experimente con sus culpas y transgresiones, pero salga victorioso. El artista es el que agranda las fronteras, el que hace que dentro del lenguaje las palabras amplíen sus significados, y en el caso de la literatura para los chicos se amplíe también la noción que tenemos de nosotros mismos y de los demás.
Me alienta a pensar en esa posibilidad la presencia de instituciones y profesionales que comparten el deseo de optimizar el diálogo que se da desde el libro, con niños y jóvenes. Así lo demuestran con sus trabajos permanentes, Asociaciones de Literatura Infantil y Juvenil, de Promoción de la Lectura, de Narradores de cuentos, de ilustradores, bibliotecarios, revistas, editores y libreros que se juegan por los libros para niños.
Tanto los que estamos interesados en la Literatura infantil fuera de la Universidad, como quienes están dentro, somos fuerzas caminando y creo que cada una de estas fuerzas tiene que dar un paso hacia la otra. María Saleme se hacía esta pregunta en su libro Decires: "¿Qué esperamos de este siglo tan apelado?" Y contesta: "Claridad sobre las intenciones de aquellos que saben de todo y pueden más que todos pues nos asiste una evidencia: el punto crucial de la salud del ser humano es conservar la conciencia de que se pertenece, que se sabe quién es".
Quizás ahora pueda resumir mi comunicación en tres deseos, como en los cuentos:
Primero: Que haya un lugar curricular en la Universidad para los que escriben, estudian y difunden literatura para los niños. Este hecho significaría una gran apertura: incorpora a los niños, rompe el círculo, implica otros públicos y otros sistemas de relación en espacios en los que la necesidad de comunicación está presente de una manera distinta. Cuando llega un chico a casa el mundo completa su sentido.
Segundo: Que la Universidad forme lectores que disfruten y se apasionen aún leyendo lo que no les gusta, que se piense sobre los libros sin perder la capacidad de sorprenderse y disfrutarlos.
Tercero: Que la Universidad cree avales y legitimaciones para los libros infantiles, diferentes de los que crea el mercado e intervenga en las políticas de encuentro entre los niños y la literatura.
Todo esto para que no perdamos el estado de alerta ni la capacidad de ver lo obvio. Para que podamos desarrollar estrategias frente a tanta avalancha de degradaciones en nuestra sociedad. Y concretamente en Literatura, para diferenciar Barbis, Disneys y cuentos escritos por “famosos” de la farándula. Para que podamos discernir y encontrar el justo lugar de nuestro objeto. Y para no perder de vista que la gran mayoría de nuestros chicos ni siquiera tienen acceso a la literatura que se escribe para ellos. Por todo esto sería un alivio poder mirar frecuentemente, cada cual desde su tarea, hacia el otro lado del ojo de la aguja.


Laura Devetach
19 de noviembre del 2008

28 noviembre, 2008 1 comentarios

Nos gustan ilustrados

Uno de los lemas de la publicación del Club Kirico

Se ha editado recientemente la guía de lectura Nos gustan ilustra2 que confecciona A mano cultura y que edita el Club de librerías Kirico, perteneciente a CEGAL. Se trata de una selección de libros ilustrados "destinados no solo a los lectores más pequeños, sino a todos los que sientan gusto por los libros hermosos, con historias breves pero enjundiosas, en los que la ilustración cumple un papel decisivo". En esta edición hemos tenido la sorpresa que "Los animales de la lluvia" han sido incluídos en la selección.
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Clásico Lionni


LA CASA MÁS GRANDE DEL MUNDO
Kalandraka, 2008
Disponible en : Galego, Catalán y Euskera

Una familia de caracoles vivía en una jugosa col. Con la casa a cuestas, la recorrían lentamente en busca de alguna hierba tierna para roer. Un día, un pequeño caracol le dijo a su padre: “Cuando sea grande, quiero tener la casa más grande del mundo.” “Eso es una bobería,” respondió el padre, que resultó ser el caracol más prudente de todos. “Las cosas grandes no siempre son mejores.” (Resumen realizado por la editorial)
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Pinocho e Innocenti


LAS AVENTURAS DE PINOCHO
Carlo Collodi / Il. Roberto Innocenti
Kalandraka


Kakandraka editora ha reeditado esta joya ilustrada por Roberto Inocenti (Premio Andersen 2008).

Había una vez… "Un rey" dirán enseguida mis pequeños lectores. Pues no, niños; estáis equivocados. Había una vez un trozo de madera que no tenía ningún valor. Era sólo un trozo de leña, de esos que se echan en las estufas y chimeneas en invierno para encender el fuego y calentar las habitaciones...
27 noviembre, 2008 1 comentarios

Poéticos vuelos de araña

"La araña que vuela"
Nelvy Bustamante / Il. Cecilia Afonso Esteves
Ed. Sudamericana. Argentina. (Julio, 2008)


Fotografía de Cecilia Afonso

Pasito a paso
voy oscureciendo
los caminos del monte.
La luna llena
lame
mis pies cansados.
Y mi andar
de araña triste
galopa sobre los árboles.
Nelvy Bustamante
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"Rutinero" cabalga de nuevo

En imagen María Wernicke, ilustradora de "Rutinero"
Propiedad de la imagen: Mª Wernicke
María fue la encargada de ilustrar "Rutinero" de Níger Madrigal, Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños en su edición de 2007 que ha sido editado recientemente por el Fondo de Cultura Económica y la Fundación para las Letras Mexicanas. Después de unas semanas de espera, hoy lo ha recibido en Buenos Aires y no puede ocultar su alegría, y es que no es para menos. En España todavía no se ha distribuido, lo esperamos con impaciencia. Mientras tanto me uno a la fiesta. María, enhorabuena por un trabajo excelente por lo que he podido ver en tu blog y que disfrutes de este momento tan especial.
25 noviembre, 2008 1 comentarios

Con los álbumes y el ritmo de la poesía en Ibi (Alicante)

De izquierda a derecha:
César Martín (Kalandraka), Pedro Villar y Rafa Garrido (Ponente)
Dentro de la actividad para profesores organizada por el CEFIRE de Alcoy, "Taller de Cuentacuentos, un recurso didáctico para transmitir emociones, aprendizajes y experiencias" acudí a Ibi , al Centre de la Joventud, invitado por Rafa Garrido ponente del curso, para mostrar cómo trabajo la poesía a través del ritmo, la voz y el movimiento corporal. César Martín, excelente profesional de Kalandraka editora, habló del álbum ilustrado - con la pasión que le caracteriza- como lectura compartida, recurso didáctico y su aprovechamiento en la escuela y nos deleitó con la lectura y animación de diversos cuentos como "Nadarín", "Aquiles el puntito", "La manzana roja", "Chivos chivones", etc.



El juego, ritmo y movimiento corporal puerta de entrada a la poesía


A dúo, Luis Casado y Rafa Garrido contando "Hora de cenar"
24 noviembre, 2008 3 comentarios

101 frases ilustradas sobre la lectura

101 Aventuras de la Lectura
Artes de México - IBBY México, 2007
Este libro, hermosamente editado, recoge una selección de 101 frases sobre el acto de leer, escritas por diversos autores como Cervantes, Savater, Borges, Italo Calvino, Pessoa, Proust, José Emilio Pacheco, Rilke, etc. e ilustradas por María Figueroa, Valeria Gallo, Juan Gedovius, Mauricio Gómez Morín, Carmina Hernández, Quetzal León, Alejandro Magallanes, Manuel Marín, Manuel Monroy y Carlos Pellicer. El prólogo, lúcido donde los halla, es de Alberto Manguel.
Leer es soñar el agua de un oasis en el desierto,
beberla y despertar con otro tipo de sed que ya no está en la boca.
Hafiz
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Feria Internacional del Libro de Guadalajara


Se va celebrar en Guadalajara (México) del 29 de noviembre al 7 de diciembre la XXII Feria Intenacional del Libro . En este año el foco de la edición 2008 del VII Foro Internacional de Editores y Profesionales del Libro se dedica a los libros infantiles y juveniles durante los días 2 y 3 de diciembre con la participación de Daniel Goldin, director de Océano Travesía, que dará una conferencia sobre cómo se forma un catálogo infantil, Ana María Machado dará la conferencia magistral “El futuro de la lectura”, participarán además Monika Bilstein, editora de Peter Hammer Verlag en Alemania; Gustavo Puerta Leisse, crítico de literatura infantil, y Patsy Aldana, presidenta de IBBY y directora de Groundwood Books.

23 noviembre, 2008 1 comentarios

El diluvio que viene, reseña en Lletres Valencianes



EL DILUVIO QUE VIENE

La historia bíblica del diluvio universal, interpretada por algunos de manera literal y por otros como una alegoría, tiene paralelos más o menos exactos en otras culturas del mundo. En la hindú, un rey llamado Svayambhuva Manu fue avisado del diluvio por una encarnación de Visnú. En la mitología griega se relata la historia de un gran diluvio producido por Poseidón por orden de Zeus, quien había decidido castigar a la humanidad por haber aceptado el fuego que Prometeo había robado del monte Olimpo. Sólo sobrevivieron Deucalión y su esposa Pirra gracias a la construcción de un arca en la que introdujeron una pareja de cada animal, por indicación de Prometeo. En el manuscrito azteca denominado Códice Borgia (Códice Vaticano) se recoge la historia del mundo dividido en edades, de las cuáles la última terminó con un gran diluvio a manos de la diosa Chalchitlicue.
Villar y Díez nos ofrecen una nueva versión de este relato bíblico fascinante que ha atrapado permanentemente a los lectores de todos los tiempos, especialmente el infantil, en Los animales de la lluvia. Y lo hacen a través de una coordinada narración verbal y visual.

En versos octosílabos rimados (en la mejor tradición literaria) y con la presencia constante del humor,Villar juega con el absurdo y el «nonsense» a la manera del maestro anglosajón Edward Lear para contarnos la historia del encargo que recibió Noé.Versificaciones que recuerdan viejas composiciones que los niños de hoy apenas si conocen por las antologías de sus libros de lectura escolares o por las maravillosas recopilaciones de Carmen Bravo Villasante.
Los animales que acompañan a Noé son de todo tipo y pelaje: mamíferos, reptiles, aves, peces tanto del mundo real como (y éste es quizá el guiño más genial del libro) del ficticio. Se presenta un problema: no caben todos. Y hay que echar a suertes quiénes se van fuera: «Los que nadan, los que vuelan, los que van sobre la tierra. En el arca de Noé todos caben sin usted, te ha tocado ‘bacalado’ que estás comiendo pescado».
Los del mar y, sin género de dudas, los que viven en los cuentos, los mitológicos, los imaginarios son expulsados sin contemplación. Por su parte, el relato visual de Miguel Ángel Díez atrapa desde la primera ilustración: aquélla que nos anuncia que esta historia de Noé es especial. Su anacronía es inquietante: fábricas que elevan sus humos hacia un cielo amenazador y desafiante en forma de lluvia (¿ácida?). En Los animales de la lluvia el castigo divino lo ejecuta la propia naturaleza, harta de tanta agresión. Fiel a esta opción, Díez ofrece una narración con ilustraciones de colores fríos, con claro predominio de azules y verdes, que configuran una atmósfera de una tristeza amplia, y en la que destaca la escena de expulsión de los animales imaginarios. ¿Quiénes pueden echarles de menos? Los amantes de los libros que los contienen, seguro.
Ana Isabel Caro
22 noviembre, 2008 0 comentarios

Galería de ilustradores - Ajubel

Ajubel dedicando Robinson Crusoe. Fotografía de Pedro Villar

Conocía a Ajubel por un sin fin de trabajos en prensa, libros, portadas, etc, hace poco he tenido la fortuna de conocerlo personalmente: amable, vital, extrovertido y cercano. Alberto Morales Ajubel, afincado en España desde 1991, es un creador gráfico con mayúsculas, un todo terreno con clase y personalidad, pintor, diseñador, dibujante, grabador, ilustrador, cartelista y un largo etcétera, tanto como su arte quiera, tiene talento y capacidad contrastada para ello. Como ilustrador ha obtenido entre otros el Premio a las mejores ilustraciones infantiles y juveniles, en la edición 2003, otorgado Ministerio de Cultura español, por "El pájaro libro" escrito por Joel Franz Rosell y publicado por SM en 2002 en la colección El Barco de Vapor.



Recientemente ha publicado en Media Vaca, el libro "Robinson Crusoe", un maravilloso relato sin palabras en el que la fuerza y la calidad de las imágenes asumen el hilo narrativo con una brillantez difícil de superar.


ROBINSON CRUSOE

Ajubel

Media Vaca. Valencia, 2008

Colección Libros para niños, número 15


Podéis seguir su web en http://www.ajubelstudio.com/

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El llibre, espai de creació




E X P O S I C I Ó N
El libro, espacio de creación
Sede de la Biblioteca Valenciana
Monasterio de San Miguel de los Reyes (Valencia)
Hasta el 18 de Enero
Organiza: Universidad Politécnica de Valencia y Biblioteca Valenciana
Comisario: Antonio Alcaraz (UPV)

"Muestra que aproxima al visitante a los orígenes y a la evolución histórica del libro de artista de vanguardia. La exposición se divide en diversas secciones que tratan el libro gráfico, el libro tipográfico, el libro objeto, el libro no editado, la revolución editorial y el diseño y la creación en edición industrial".
Exposición para no perderse, para disfrutar del libro es sus aspectos más artísticos y creativos.
21 noviembre, 2008 4 comentarios

Presentación en la Casa del Llibre de Valencia

Escaparate de la Casa del Llibre

De izquierda a derecha:
Vicente Vilana (Diálogo Infantil), Pedro, Miguel Ángel
y Miguel Calatayud (director de arte de Diálogo Infantil)


La tradicional firma de libros

Miguel Ángel en plena dedicatoria

Parte de público asistente. A la izquieda Marc Granell, un gran poeta,
autor de la versión "Els animals de la pluja"

Agradecemos la asistencia de todos los amigos y público en general que se acercó a la presentación, también todas las llamadas, mensajes, artículos y correos electrónicos que hemos recibido con los mejores deseos para el libro. A todos/as muchísimas gracias. Por cierto, cumpliendo la tradición, en Valencia el miércoles llovía... tal como predijo en su blog sabiamente María García Esperón desde México:

A Noé se le han mojado las invitaciones para la presentación de Los animales de la lluvia, de Pedro Villar y Miguel Ángel Díez, muy cerca en el corazón de todos nosotros, en la Casa del Llibre de Valencia, España... hoy a las 7 de la noche de allá.Un abrazo a Pedro y a Miguel Ángel mientras ponemos a secar la invitación para hacerla extensiva a cacomixtles, ocelotes, itzcuintlis y tlacuaches, que también ellos tienen derecho a salvar el pellejo del diluvio embarcados en un arca de poesía.

También Mercedes Calvo, desde Montevideo, nos propone salvar a las mulitas, apereás y otros bicharracos uruguayos, también tienen un lugarcito en el arca, claro que sí. Así pues vamos con el conjuro de Noé: Animales de México y Uruguay por el poder que me ha sido concedido os voy a salvar.

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La memoria del exilio

Pequeña memoria recobrada.
Libros infantiles del exilio del 39
Ana Pelegrín
Centro de Investigación y Documentación Educativa (CIDE)
Ministerio de Educación. Madrid, 2008.


Se acaba de publicar "Pequeña memoria recobrada", obra póstuma de Ana Pelegrín, en la que trabajó intensamente recuperando los libros para niños publicados por los escritores e ilustradores españoles del exilio del 39 en los países en los que fueron acogidos de forma admirable y generosa como México, Cuba o Argentina. La intensidad y pasión investigadora de Ana por saldar una deuda histórica de nuestra literatura, le llevó no sólo a bucear en bibliotecas o hemerotecas sino también a buscar "a pie de obra" en librerías de viejo de los mencionados países cualquier rastro o señal luminosa en forma de libro que pudiese aportar información a su estudio que viene a hacer justicia y a rescatar del olvido obras de nuestra literatura, a sus escritores e ilustradores.
18 noviembre, 2008 0 comentarios

María García Esperón y "Los animales de la lluvia"

Copio a continuación un artículo de María García Esperón sobre "Los animales de la lluvia". Gracias María. Os recomiendo una visita por su blog y así conocéis los libros que ha publicado, entre los que merece la pena destacar "Tigres de la otra noche", Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2005, editado por el FCE ; "El disco del tiempo", Premio El Barco de Vapor 2004, SM ó "Querida Alejandría", Premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil 2007, White Raven 2008, Editado por Norma.

...En la hora del recuento
Noé contaba animales,
le sobran casi trescientos
y las cuentas no le salen.

(Pedro Villar)

Este libro tiene, qué duda cabe, vocación de navegante. Todavía no me explico por qué milagro de Noé -o de su esposa, que es una dama muy seria- me ha desembocado el libro en las manos. Dice Pedro Villar en su dedicatoria que esta poesía ha nacido “en el reflejo de una gota de agua”. Pues la gota se ha hecho diluvio y nos ha arrastrado a todos a un lugar en el que solamente imperan las leyes de la poesía, los dones del sueño.
La poesía de Pedro Villar no tiene etiquetas -las ha deslavado el diluvio-. Es para niños y para adultos. Es generosa como la lluvia y con un desenfado angelical y saleroso tiene vocación salvífica. ¿Qué salva? En esta arca, a los animales y con ellos rescata la sinceridad, la alegría, la revolución burbujeante que encierra cada una de las palabras. La poesía de Pedro Villar vuela de orilla a orilla y trae en sus regresos la rama de olivo. Esta es un arca de la alianza y algo de arco iris tiene el libro.
¿Qué tanto de Noé hay en Pedro Villar? Ambos han sido elegidos y toman en brazos el peso de la elección. Ambos se han puesto a construir el arca en la que van entrando –vamos entrando- todos. Las dimensiones del arca se extienden y en un momento misterioso se llega a convertir en el mundo… pero alguien tiene que poner un hasta aquí.
Pedro-Noé es juez, pero también parte, después de todo es él quien ha construido el arca:
-¿Qué hacemos con los dragones?
-Deben ser los polizones,
no sabemos de ellos nada
pues en la lista no estaban.
-Localizad al momento
los que vivan en los cuentos,
los de la mitología
que los aguante su tía,
los de la imaginación
ponedlos en un montón,
que bajen las escaleras
y echadlos a todos fuera.
Este texto juguetón y sabio como un niño y como un abuelo encuentra su complementario (que marcha siempre contigo y suele ser tu contrario, como dijo Machado) en la ilustración intensa, profunda de Miguel Ángel Díez.
Noé, su esposa, los niños y los animales poseen al mundo en la pupila. Son seres de iluminada sombra que fascinan, que arrastran con su misterio. Miguel Ángel Díez fascina y arrastra con su mirada poética, con el conocimiento interior que tiene de sus propias imágenes, que son las imágenes de todos nosotros.
El simio pensativo que se lleva el dedo índice a los labios es una alegoría de la videncia, un homenaje a la belleza infinita e inocente del silencio. Los pequeños hijos de Noé envueltos en sus impermeables nos conquistan con la solidaridad de los niños en los momentos de peligro. Una tristísima y muy bien abrigada sirena (¡el agua está tan fría!)se ve expulsada del arca y prende su nostalgia de la mirada de uno de los niños, nostálgico a su vez de dragones y pegasos. Un melancólico y seductor sileno que puede ser un fauno y rezuma la naturaleza imposible del centauro, se sale de la página -¡también expulsado por Noé y sus prisas!- y marcha en busca de otros diluvios y otras arcas…
No es de extrañar que este libro, editado bellamente por Diálogo Infantil, agite las aguas de las ensoñaciones profundas a golpe de palabras y de imágenes. El próximo 20 de noviembre sus autores recibirán de la Conselleria de Cultura y Deportes de la Generalitat Valenciana la distinción por el mejor libro ilustrado en valenciano de este año de gracia 2008, año del diluvio y del encuentro entre orillas remotas y entrañables que irremediablemente se quieren.

15 noviembre, 2008 2 comentarios

"Los animales de la lluvia" recomendado por la Libreria Railowsky de Valencia

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Hoy comienza la 28 Feria I. del Libro Infantil y Juvenil de México

EXPOSICIONES

- 18º Catálogo de Ilustradores de Publicaciones Infantiles y Juveniles
- México visto por sus niños
- XX Concurso Nacional de Cartel "invitemos a leer"
1er lugar
Ábrelo!
Luis Fernando Safa
Técnica mixta


2do lugar
Lee Mucho
Natalia Susana Gurovich Pinto
Técnica digital



3er lugar
Yo aparezco en la página 15
Roberto César Santillán Flores
Técnica Digital


14 noviembre, 2008 2 comentarios

Tarjeta de invitación para subir al arca


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Si usted desea asistir a la presentación del libro-arca "Los animales de la lluvia" donde se cuenta la historia no autorizada y en verso de Noé y su fauna, lo tiene muy fácil, imprima las dos caras a color de la invitación y preséntela en la "Casa del Llibre" de Valencia, el miércoles 19 de noviembre a las 7 de la tarde. Entregar a Noé que estará esperando en la puerta. Válida para una sola persona, si va con pareja se le cobrará un suplemento. Imprescindible paraguas, chubasquero, colchoneta de playa y comprar el libro como manual de instrucciones por lo que pueda ocurrir.

¡Ojo, que es broma! Sólamente quería mostraros la invitación que ha realizado la editorial para la presentación y animaros a venir con un toque de humor, como el que pretende el libro.


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Boletín de Novedades LIJ Diciembre 2008 del Fondo de Cultura Económica (2/2)

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Boletín de Novedades LIJ Diciembre 2008 del Fondo de Cultura Económica (1/2)














 
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